Tal y como dije en su día, vuelvo a la carga con los trastornos de
alimentación para detenernos en el tratamiento
psicológico de la Anorexia Nerviosa (AN).
Si sigues el blog, recordarás que
ya hice en su día una pequeña introducción sobre la Anorexia y la Bulimia. Más tardé profundicé en el
tratamiento de la segunda a lo largo de varios posts dónde te explicaba un
ejemplo de protocolo de terapia cognitivo-conductual para este trastorno
llamado Bulimia Nerviosa. Bien, esto mismo es lo que pretendo hacer con la AN.
Para empezar, te voy a guiar
acerca de cuáles sería los objetivos a perseguir en una terapia en la que
tratamos con una paciente que sufre AN, siempre teniendo en cuenta que hablamos
a nivel ambulatorio, es decir, la paciente
no estaría hospitalizada ( casos muy graves).
Los principales objetivos de la terapia serían:
- Evaluación del problema y creación de un buen rapport o alianza paciente-terapeuta
- Psicoeducación acerca del trastorno
- Restaurar el peso de la paciente introduciendo pautas para una nutrición y dieta adecuadas.
- Corregir ideas irracionales acerca de la silueta, peso y comida.
- Mejorar la propia imagen corporal.
- Mejorar la sintomatología asociada al trastorno.
- Mejorar su autoestima.
- Mejorar sus relaciones familiares y sociales.
- Prevenir futuras recaídas.
En la primera sesión evaluaríamos a la paciente (a veces esto requiere más de una sesión). No me voy a parar en este punto ya que puedes ver un modelo de primera entrevista en posts anteriores. Evidentemente, en este tipo de casos el psicólogo obtendrá información adicional sobre: peso, hábitos alimentarios, hábitos purgativos, conductas familiares, pensamientos acerca del cuerpo/comida/peso...
También es conveniente que el paciente haga ciertos cuestionarios para obtener información que quizás se nos haya pasado en la entrevista.
En las primeras sesiónes será especialmente importante la creación de una alianza paciente-terapeuta.
El crear un buen rapport es esencial en este tipo de trastorno ya que, como te mencioné en anteriores posts, este tipo de pacientes suelen ser reacias a la terapia porque ellas “están bien” y sobre todo porque la terapia implica “cambiar su alimentación y por lo tanto engordar”.
Eso es lo que la paciente tiene en mente cuando acude a consulta y por lo tanto es más que probable que vea al psicólogo casi, casi…como un enemigo, especialmente si ha sido obligada a acudir por unos padres preocupados.
Una buena forma de empezar sería
pidiéndole a la paciente que escriba todos los motivos por los que odia su
trastorno, que escriba todas las desventajas, todos los puntos negativos de
seguir tal y como está. Un buen título para esta tarea sería:
“Por qué odio la anorexia”
Esto tendría como objetivo
hacerle ver a la paciente que, aunque ella ve ventajas en su problema, hay
muchas más desventajas. Que su malestar, su soledad, su tristeza, su agonía, su
frustración, sus lágrimas, su odio a sí misma… que todo es producto de la
situación que vive.
Esto ayudaría en cierto modo a
disminuir la aversión de la paciente hacia la terapia.
Por otra parte, pedirle que realice justo la tarea contraria
sería bueno para el psicólogo, así
podemos atisbar ya desde una
primera sesión las ideas irracionales de la paciente sobre su problema y por lo
tanto, lo que mantiene el mismo.
Esta tarea la podríamos titula: “Qué me gusta de la anorexia”
Al margen de esto, hay que trabajar esa relación de confianza
poco a poco desde la primera sesión y eso se consigue a través de diversas
formas, todas ellas de sentido común: ESCUCHANDO a la paciente y lo que tiene
que decir, yendo al ritmo de ella, escuchar sus peticiones y llegar a acuerdos
sin imposiciones, acordando objetivos realistas…
El rapport es esencial en las primeras sesiones pero hay que continuar
trabajándolo en toda la terapia. ¡Como las buenas amistades!
En un próximo post te contaré más
sobre el tema.
sllorens@cop.es
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